El error invisible que confunde a Google (y a tus clientes)
En el sector industrial, los PDF están por todas partes: fichas técnicas, catálogos, manuales. Son herramientas en la venta de productos técnicos; usuario y motor de búsqueda esperan tenerlos disponibles: uno para consultarlos, el otro para indexarlos.
Y es precisamente aquí donde muchos sitios sufren un mal silencioso, no siempre detectado. En webs con decenas de fichas técnicas, folletos o catálogos, si no se gestionan adecuadamente, pueden aparecer problemas de cobertura e indexación correcta. A ello se suma un problema de usabilidad, porque el formato PDF es distinto de una página web y también se comporta de forma diferente visualmente. Así que, si una ficha técnica debe publicarse en el sitio, es conveniente pensarla para que sea al menos “medianamente” consultable desde un dispositivo móvil. Y no, aunque el diseñador diga que la versión PDF del catálogo impreso está bien… rara vez lo está; haced igualmente este test de auto-evaluación del sitio web
El objetivo del artículo no es repasar las buenas prácticas SEO relacionadas con los PDF —sobre las que existe amplia documentación y que son competencia del proveedor de servicios—. La intención es ofreceros herramientas para daros cuenta si tenéis un problema al que prestar atención.
Para Google, un PDF es una página web en toda regla, con su propia URL y señales SEO. Pero los documentos técnicos suelen necesitar actualizaciones periódicas. Un ejemplo típico: la empresa actualiza cada año el catálogo general y las fichas técnicas de los productos. El nombre del archivo adopta formas muy diversas y puede cambiar en cada actualización (incluso solo por año o versión):
datasheet-nombre-producto-XYZ-2017.pdf
XYZ-nombre-producto-2025.pdf
ZXY-v6-2026.pdf
¿Qué ocurre si el PDF se sube siempre al sitio con un nombre diferente? Que se generan 3 URLs nuevas (es decir, 3 páginas distintas) y para Google y otros motores de búsqueda son páginas diferentes:
👉 cada PDF con un nombre distinto → crea una nueva URL en el sitio
"OK, ¿pero cuál es el problema, si en la web siempre está el enlace al archivo actualizado?" Cierto, PERO… ¿y si el usuario no entra desde la web, sino que busca directamente “catálogo nombre empresa” o “producto XYZ ficha técnica”?
Esta es una búsqueda típica en la que el motor responde en el 99% de los casos con el PDF, si lo tiene en su índice.
¿Pero Google muestra la versión más reciente del PDF?
Eh… no siempre.
¿Por qué? Porque una situación muy frecuente es esta:
Así que la URL https://www.nomesito.com/datasheet-nome-prodottoXYZ-2017.pdf, desde la perspectiva del motor de búsqueda, es la más relevante para mantener en el índice.
Resultado: Google tardará muchísimo en actualizar la SERP con el nuevo archivo, o puede que no lo actualice nunca.
Si tienes 5 PDF en todo el sitio y los has actualizado un par de veces, no hay problema. Pero si tienes 50 fichas técnicas más catálogos y folletos, y desde 2012 has generado 10 versiones… entonces, si nadie ha prestado atención, quizá sí. Si tu web tiene 20–30 páginas y varios cientos de URLs de PDF, una parte (incluidas las antiguas) estará indexada y otra parte (incluidas algunas nuevas) no lo estará. Empiezas, por tanto, a tener problemas de cobertura.
📌 Cuando generas cientos de URLs y las abandonas huérfanas, Google deja de tener claro qué es relevante en tu sitio y qué no.
Otra implicación SEO del cambio de URL del catálogo (normalmente el PDF más descargado) es que estamos eliminando de las páginas del sitio una URL que tenía valor para Google, es decir, estamos “debilitando” el sitio. Un acto de autolesionismo digital inconsciente.
Siempre es posible conservar el valor adquirido por una URL y transferirlo a la nueva mediante una redirección permanente, lo que también resuelve el problema de la indexación (“oye, lo que estaba en esta dirección ahora se encuentra en esta otra”). Pero cuando hablamos de muchas URLs, es costoso y hay que evitar crear cadenas de redirecciones; además, es un trabajo que puede evitarse.
Manteniendo siempre la misma URL para el mismo recurso —es decir, subiendo el archivo al sitio siempre con el mismo nombre y en la misma ruta— se sobrescribe el recurso anterior con la versión actualizada.
👉 Entonces,
* La versión del documento (año, revisión) puede añadirse y actualizarse en los metadatos del PDF en el campo Título. Google puede utilizar estos metadatos —si existen— para componer el título en la SERP. Para comprobar los metadatos (por ejemplo, con Adobe Acrobat Reader): abrid el PDF, clic derecho → Propiedades del documento.
Si el sitio web está hecho con un CMS como WordPress, con la configuración predeterminada, cuando subís un PDF desde el backend, se genera automáticamente una URL basada en la fecha de subida:
/wp-content/uploads/2024/12/ficha-producto.pdf
Segunda subida (actualización):
ficha-producto.pdf
/wp-content/uploads/2025/01/ficha-producto.pdf
Resultado: aunque hayáis mantenido el mismo nombre de archivo (¡bien hecho!), seguís teniendo dos URLs distintas. Nuevas URLs, nuevos duplicados, nueva confusión para el motor de búsqueda.
El PDF no es un formato responsivo: no se adapta a la pantalla, no redistribuye el texto, no reorganiza las tablas.
Si hablamos de fichas técnicas, si no están diseñadas con un mínimo de cuidado, en un móvil pueden convertirse en un ejercicio de paciencia:
"Amplía, no, reduce, muévete a la izquierda, no, busca dónde están las medidas…"
Una mala experiencia de usuario genera un comportamiento que Google no pasa por alto: observa cómo interactúan los usuarios con los recursos de tu sitio.
Si un comprador abre un PDF con la ficha técnica y abandona a los cinco segundos, es una señal clarísima: ese contenido no satisface la intención. Así que, dentro de los límites del formato PDF, si la experiencia móvil es muy negativa, plantearos rehacer los archivos del catálogo para crear una versión específica para la web. Especialmente si la creatividad gráfica ha llevado a un diseño pensado para la impresión horizontal, poco adecuado para móviles.
Para concluir: los motores de búsqueda son muy aficionados a los PDF como contenido complementario, como lo son las fichas técnicas en las páginas de producto.
Si se gestiona bien el PDF:
Y, para terminar, no puedo sino despedirme con un buen PDF: ¡la checklist de cosas que revisar!